En esta ocasión y como os prometimos , os proponemos una ruta guiada para saber que ver en Fermoselle, conocido como «El pueblo de las mil Bodegas» y declarado Conjunto Histórico Artístico en 1974.
Partiendo del Hostal Arribes del Duero, realizaremos un recorrido circular por alguno de los puntos más emblemáticos de la Villa y, también reservaremos algunos lugares por descubrir, para que os dejéis llevar por el intrincado laberinto de callejuelas y así conocer sus numerosos y preciosos rincones.
En este recorrido os llevamos por muchos de los lugares de obligada visita en el pueblo de Fermoselle, lo cual no quita para que os salgáis del camino marcado y dejéis que sean sus propias calles las que os guíen.
En este mapa, que aconsejamos abrir en otra pestaña, podéis ir siguiendo el recorrido que os proponemos. En cualquier caso en el propio mapa, si pincháis en los iconos de amarillo, aparece alguna que otra foto y pequeñas descripciones de los mismos.
Una vez salimos de nuestro hostal, bajando a la izquierda por la Calle Portal del Villar, cuyo nombre indica que antiguamente esta calle sería una de las puertas de La Villa de Fermoselle.
A los pocos metros es visita obligada el bar de tapas y copas El Refugio, regentado por Toño y donde no podemos dejar de probar sus riquísimas tapas de pulpo a la Fermosellana, bacalao desmigado o sus tortillas de patata, todo ello preparado con el arte de Carmina. Bar con tapas típicas de la zona como el pulpo a la Fermosellana o el bacalao desmigado
Después de degustar alguna de las tapas de Carmina, acompañadas con un buen vino con denominación de origen DO ARRIBES, continuamos nuestro camino subiendo por la calle Los Muladares (Muradales), cuyo nombre se deba muy probablemente a que en este por aquí discurría la muralla del Castillo de Doña Urraca, de la que aun se conservan vestigios.
Una vez en la parte alta, giraremos a la derecha para llegar al arco, que antiguamente era una de las puertas de Fermoselle y junto al que se encuentra una de las casas más antiguas de la villa, con arcos de medio punto y corredor.

En las proximidades del arco medieval, y en nuestro camino hacia el Mirador del Torojón, pasaremos muy cerca de las calles Tellerinas y El Guapo, donde merece la pena hacer un pequeño desvío en nuestro recorrido, y disfrutar del tipismo de sus casas, siempre con permiso del «guardián de Las Tellerinas», que nos sale al paso con un gruñido amenazante, pero que con su movimiento de rabo nos muestra sus verdaderas intenciones.


Un poco más arriba nos adentramos en la Calle del Torrejón, y tras subir unos empinadísismos peldaños tallados en la roca, llegamos al Mirador del Torojón, con unas vistas espectaculares del Los Arribes del Duero, con la iglesia y El Castillo de Doña Urraca en primer plano.

Puesta de sol desde El Mirador del Torojón…

Las dos siguientes fotografías muestran dos bonitos rincones muy próximos al Mirador del Torojón. En esta primera vemos una antigua casa que se adapta perfectamente a la morfología del terreno, aprovechando las grandes moles graníticas como parte del muro de la casa.

En esta otra, también muy próxima al Mirador del Torojón, vemos un detalle de una antigua puerta de madera y al fondo, la parte exterior del horno.

Continuando con nuestro recorrido por las estrechas calles de Fermoselle, llegaremos a una de las más características y bonitas calles de la villa. La Calle La Nogal, por la que bajaremos para llegar en primer término a este arco de piedra y techumbre de madera, y algo mas abajo, en la siguiente foto, otra gran arco de medio punto, entrada a una de las muchas bodegas subterraneas del pueblo.


Una vez bajada la calle La Nogal llegaremos a la Plaza Francisco Galiana, popularmente conocida como La Plaza Vieja y, desde ahí, subiendo por una calle con escaleras empedradas, llegaremos al Convento de San Francisco del S. XVIII, construido sobre una antigua iglesia románica del S. XII y que actualmente alberga La Casa del Parque Natural de Los Arribes del Duero y su centro de interpretación.
Actualmente es santuario de Nuestra Señora de La Virgen de La Bandera, patrona de Fermoselle.

Desde La Casa del Parque, y desviándonos unos cientos de metros de nuestra ruta marcada en el mapa, podemos acercarnos a la Ermita de la Soledad, junto al cementerio, y cuyo origen es románico del S. XIII.
Y en nuestro camino de vuelta en dirección a la Plaza Mayor, podemos internarnos por lo que fuera la antigua judería de Fermoselle, donde aún se conservan símbolos de los tiempos en que los judíos moraron entre sus muros.
Ya casi terminando nuestra ruta por Fermoselle, llegaremos a la iglesia de Nuestra Señora de La Asunción, en la que se conservan dos pórticos Románicos y que forma parte de la Ruta del Románico Zamorano junto con el Convento de San Franciso y la Ermita de La Soledad.


Una vez en la Plaza Mayor de Fermoselle y antes de subir al los restos del Castillo de Doña Urraca, bien merece una parada este precioso pasaje con arcos de piedra y artesonado, que se encuentra a la izquierda de la fachada del ayuntamiento.

En la misma plaza del ayuntamiento, subiendo unos metros por una callejuela que aparenta no llevar a ninguna parte, entraremos en los restos del Castillo de Doña Urraca, que aunque muy reformado, nos ofrece una atalaya privilegiada sobre el Río Duero y unas puestas de sol difíciles de describir con palabras, por lo que lo mejor es acercarse a contemplarlas.


Con la puesta de sol en el Castillo de Doña Urraca termina nuestro recorrido por las calles de Fermoselle (Fermosa ella), pero aún quedan muchos rincones por descubrir. Algunos de ellos los hemos marcado en el mapa y otros simplemente esperan a ser descubiertos una vez más.





Para ampliar información sobre los Arribes del Duero y visitas a bodegas y al Centro de interpretación, os remitimos al apartado de nuestra web VER&HACER donde iremos ampliando información.
Esperamos que hayáis disfrutado la ruta y nos vemos en la siguiente estrada.
Hostal Arribes del Duero.